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Jordi Martinez Diz

· 6 min lectura
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Recibir un diagnóstico de una enfermedad crónica como la Enfermedad Relacionada con la IgG4 (IgG4-RD) puede ser abrumador. Es una condición compleja, a veces impredecible, que requiere un manejo cuidadoso. Sin embargo, con las estrategias adecuadas y un enfoque proactivo, es posible llevar una vida plena y manejar la enfermedad de la mejor manera.

Aquí te ofrecemos algunos consejos clave para ayudarte a navegar por el camino de la IgG4-RD:

1. Conoce tu Enfermedad: Educación es Poder

  • Infórmate a fondo: Entender qué es la IgG4-RD, cómo afecta a tu cuerpo y cuáles son sus posibles manifestaciones es el primer paso. Busca información de fuentes fiables (asociaciones de pacientes, hospitales de referencia, publicaciones médicas). Cuanto más sepas, mejor podrás participar en las decisiones sobre tu cuidado.
  • Comprende tu tratamiento: Asegúrate de entender el propósito de cada medicamento, sus dosis, la forma correcta de tomarlos y sus posibles efectos secundarios. No dudes en preguntar a tu médico o farmacéutico.

2. Establece una Relación Sólida con tu Equipo Médico

  • Busca expertos: La IgG4-RD es una enfermedad rara, por lo que es fundamental ser atendido por médicos con experiencia en su diagnóstico y manejo. Esto a menudo significa acudir a centros especializados o consultas multidisciplinares (reumatólogos, gastroenterólogos, nefrólogos, etc., según los órganos afectados).
  • Comunícate abiertamente: Sé honesto y detallado sobre tus síntomas, tus preocupaciones y cualquier cambio que notes. No minimices lo que sientes. Una buena comunicación es vital para un manejo eficaz.
  • Prepara tus citas: Antes de cada visita, anota cualquier pregunta que tengas y los síntomas nuevos o cambiantes. Considera llevar un acompañante si te ayuda a recordar la información.

3. Sigue tu Tratamiento Rigurosamente

  • Adherencia es clave: Los corticosteroides y otros inmunosupresores son la base del tratamiento. Es crucial que los tomes exactamente como te los prescriben, incluso si te sientes mejor. No ajustes las dosis ni suspendas el tratamiento sin consultar a tu médico, ya que esto puede provocar brotes o complicaciones.
  • Manejo de efectos secundarios: Habla con tu médico sobre los efectos secundarios de los medicamentos, especialmente de los corticosteroides a largo plazo (aumento de peso, osteoporosis, diabetes, etc.). Es posible que te receten medicamentos adicionales para controlarlos (por ejemplo, calcio y vitamina D para proteger los huesos).

4. Monitorización y Seguimiento Constante

  • No te saltes las revisiones: La IgG4-RD requiere un seguimiento regular con análisis de sangre (incluyendo niveles de IgG4 si tu médico lo considera útil para el seguimiento), pruebas de imagen y evaluaciones clínicas. Estas revisiones permiten detectar brotes, evaluar la respuesta al tratamiento y monitorizar posibles efectos secundarios o complicaciones.
  • Atención a las recurrencias: La IgG4-RD puede tener recaídas. Aprende a reconocer los signos de un posible brote (por ejemplo, la reaparición de síntomas específicos de los órganos afectados) y contacta con tu médico de inmediato si los experimentas.

5. Adopta un Estilo de Vida Saludable

  • Nutrición equilibrada: Mantén una dieta saludable, rica en frutas, verduras y proteínas magras. Si estás tomando corticosteroides, una dieta baja en sodio y rica en potasio puede ayudar a controlar la retención de líquidos. Consulta a un nutricionista si necesitas orientación personalizada.
  • Actividad física regular: Adapta el ejercicio a tu capacidad y a las recomendaciones médicas. La actividad física ayuda a mantener el peso, fortalece los huesos y mejora el estado de ánimo.
  • Descanso adecuado: Asegúrate de dormir lo suficiente. El sueño de calidad es fundamental para el funcionamiento del sistema inmunitario y para reducir la fatiga.
  • Evita el tabaco y modera el alcohol: Ambos pueden tener un impacto negativo en la salud general y en la respuesta inmunitaria.

6. Cuida tu Salud Mental y Emocional

  • Reconoce el impacto emocional: Vivir con una enfermedad crónica puede generar estrés, ansiedad, frustración o depresión. Es normal sentir estas emociones.
  • Busca apoyo: Habla con amigos y familiares sobre lo que sientes. Considera unirte a un grupo de apoyo para pacientes con enfermedades autoinmunes o crónicas; compartir experiencias con otros que entienden tus desafíos puede ser muy reconfortante.
  • Profesionales de la salud mental: No dudes en buscar la ayuda de un psicólogo o terapeuta si sientes que no puedes manejar el impacto emocional de la enfermedad por tu cuenta. Técnicas de manejo del estrés como la meditación o el mindfulness también pueden ser útiles.

7. Mantente Organizado

  • Archiva tu información médica: Guarda todos tus informes médicos, resultados de pruebas y un listado actualizado de tus medicamentos. Esto es invaluable para ti y para cualquier médico que pueda atenderte.
  • Calendario de citas: Lleva un registro de todas tus citas médicas y fechas importantes de medicación.

Vivir con IgG4-RD es un viaje que requiere paciencia, resiliencia y un enfoque colaborativo con tu equipo de salud. Al empoderarte con conocimiento, seguir tu plan de tratamiento y cuidar tu bienestar general, puedes tomar el control y vivir la vida al máximo posible.

Jordi Martinez Diz

Secretario de la Asociación Española de IgG4, aportando su dedicación y experiencia para impulsar la misión de la organización.

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